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Escritor mexicano Carlos Fuentes. (Foto: FIL Guadalajara).

Carlos Fuentes en el recuerdo

Publicado: 2012-05-18

Aunque toda muerte es inesperada –qué duda cabe–, la de Carlos Fuentes, aquel reconocido escritor mexicano, insigne representante del Boom latinoamericano, comentarista respetadísimo del acontecer político de su país, nos ha tomado por sorpresa. No sólo había terminado de escribir una novela, entregándola a su casa editorial –la internacional Alfaguara–, sino que, como anota Iván Thays en su Moleskine literario, planeaba, según lo contó en una entrevista, el lunes próximo, iniciar la escritura de un nuevo libro.

Dos amigos, la mexicana Sidharta Ochoa y el peruano José Güich, entusiastas lectores de Fuentes, comparten conmigo algunas reflexiones en torno a la figura y obra de este reconocido autor.

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“El cosmopolitismo de Carlos Fuentes es la antítesis del clasismo latinoamericano, ese clasismo que es el azote que marca a las sociedades de nuestro continente. Fuentes y el boom se apropiaron del mundo. Fueron esos escritores de la modernidad que arrebataban lugares destinados a europeos o norteamericanos; y que quizá no sabían que producirían la cultura del siglo XX en ese gesto.

Luego años después, el parricidio fue cometido por buen sector de la crítica en México y al tiempo que era homenajeado en diversos medios, fue golpeado severamente por la crítica maninstream y underground. El escritor encarnó fuertes contradicciones, su cercanía con el poder, la seducción del presidente Echeverría que ejercía una política exterior de izquierda mientras había represión al interior del país y a pesar de todo eso; Fuentes es el gran escritor mexicano. A diferencia de Rulfo, no perdió la voluntad de seguir escribiendo esa metáfora del absurdo que es México.

A los minutos de anunciada su muerte recibo un mensaje de mi madre con la noticia. Lo leo y le respondo, ella es de esa generación que devoró al boom, los libros de todos ellos se apilaban en la casa con sus universos paralelos. Es raro, pero no es hasta que veo la foto del escritor en la Feria de Libro de Buenos Aires que empiezo a sentir una extraña orfandad; una orfandad de los tiempos venideros. Y siento un luto inesperado.

Sidharta Ochoa

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“Se ha ido Carlos Fuentes, cuando parecía que era eterno. Había anunciado su próxima visita al Perú. Recibiría un merecido honoris causa por la UNMSM, acontecimiento fechado originalmente para 2010; estaba en descanso médico por problemas cardíacos, naturales a su edad. De hecho que su presencia aquí habría generado una respuesta positiva y afectuosa, especialmente de parte de los jóvenes. Yo pensaba verlo en privado a cómo diera lugar y hacerle una entrevista gracias a los buenos oficios de algunos amigos. Y darle las gracias. Pero la muerte,  impertinente y atrevida, tan asidua en sus grandes libros, se interpuso.

No recuerdo un libro del Maestro en el que no haya encontrado méritos o ángulos destacables. Fui su lector impetinente (e impertinente) desde que la literatura llegó a mi vida para quedarse. Es una obra extensa y, por lo tanto, con cimas extraordinarias y momentos quizá menos vistosos. No obstante, la huella del escritor genial, crítico, de cultura enciclopédica y lúcido siempre brillaba con potencia. Es natural que mencione ahora La muerte de Artemio Cruz, Los días enmascarados, La región más transparente, Zona sagrada, Terra Nostra, La campaña o Cristóbal Nonato como algunas de esas cumbres. Pero Instinto de Inez, Los años con Laura Díaz o Inquieta compañía, pese a no ocupar la plana mayor de sus libros, mantienen eso que es inconfundible en un artista de excepción. Sus registros son inabarcables, ambiciosos, pero a la altura del talento. Ahí está México con todas sus grandezas, contradicciones, mitos, fantasmas nacionales y delirios sin cuento; el lenguaje (que él llamaba palabra enemiga) transforma a ese entrañable país en un inmenso símbolo de la historia humana.

Recuerdo una frase magistral que él acuñó alguna vez: “…todo se vuelve afrenta…”. Hoy, la afrenta nos la ha endilgado esa desgraciada y maldita perseguidora que es la muerte. Aquí nos tocó. Qué le vamos a hacer….”

José Güich


Escrito por

Carlos M. Sotomayor

Escritor y periodista. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. Enseña en ISIL.


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