#ElPerúQueQueremos

Escritor peruano Juan Manuel Chávez. (Foto: CMS).

Entrevista a Juan Manuel Chávez

Publicado: 2012-06-04

Juan Manuel Chávez no sólo es autor de una obra narrativa interesante (dos novelas y un conjunto de cuentos) sino que también posee una producción ensayística a tomar en cuenta. Una prueba de ello es Limanerías (Editorial Casatomada, 2012).

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

–¿Cómo se origina Limanerías?  

Veamos. El libro tiene su germen en el 2003. Era estudiante universitario, había obtenido el Copé de Plata en ese momento y estaba escribiendo una novela. Y en por esa época llevaba con Marcel Velázquez el curso de Estudios culturales. Y me interesaba hacer un pequeño texto ensayístico en torno a Lima. Intentar dar cuenta desde su fundación hasta nuestros días, en algunos tópicos léxicos, culturales, tradiciones. Comencé a trabajar en un breve ensayo. A ese ensayo le fue bien en los Juegos Florales en San Marcos. Pero sentí que ese ensayo era un poco reducido. Entonces pensé en cuatro ensayos más. El segundo ya estaba, era un ensayo entre histórico y de una visión un poco colectiva. Y pensé que podía tener un ensayo previo, un tanto mitológico sobre la ciudad, que intenté tirar puentes culturales sobre cómo se gesta una ciudad. Un tercer ensayo que fuese más urbano, que no sea histórico sino más tirado a lo colectivo. Y luego pensé en un ensayo más personal, con una mirada más subjetiva, más individual.

–Una parte del libro se publicó por una editorial italiana…

Sí, ellos querían traducir primero La derrota de Pallardelle (novela) pero notan lo difícil pues es un libro amplio con una referencia muy nacional. Y me piden si tengo algo distinto. Les dije que tenía dos ensayos sobre Lima. Y me dijeron que querían verlo. Les envié los dos ensayos y les gustó mucho. Entonces se traduce y sale en italiano. Pero yo tuve siempre la ilusión de completar el libro cuando saliera en español. Entonces durante los años siguientes, comencé a componer el primer ensayo y las “Omisiones” que es el último bloque, que aluden a este miope con astigmatismo que soy yo y que intenta ver Lima a partir de la perversión de sus propios ojos y de la subjetividad de su propia mirada.

–¿Cómo es tu relación con la ciudad de Lima?

La ciudad de Lima es una ciudad muy cercana por varios factores. Primero, estudié en un colegio dominico en el centro de Lima, en pleno Cercado, el Santo Tomás de Aquino. Y mi padre, que trabajaba en San Isidro, me llevaba. Pero como él tenía que entrar a su oficina a las 8 de la mañana, me dejaba muy temprano. Entonces, a las 7:15 estaba yo caminando por la Plaza Mayor. Y eran los 80, y había días que se suspendían clases por las bombas lacrimógenas. Y luego, cuando estudié ingeniería civil, me interesó arquitectónicamente el centro de Lima. Y además, cuando decido fugarme de ingeniería civil y meterme en la literatura, comencé a faltar a clases y me iba al centro de Lima, a sentarme en el atrio de la Catedral a leer la literatura que nunca había leído.

–¿Qué es lo que no te gusta de Lima?

Como la hemos arruinado permanentemente. Hay un reproche más que a Lima, a los limeños, que en esencia somos Lima. Lamento mucho, luego haber visto cascos históricos hermosos como el Toledo en España, como no logramos conservar el patrimonio histórico, que me parece valioso. Porque la huella del tiempo merece preservarse y que conviva al lado de aquello que la modernidad impone. También lamento que las murallas se hayan caído en el siglo XIX. Esas puertas de entrada le hubieran dado un ambiente peculiar a Lima.

Tu pasión por la fotografía te ha llevado a visitar varias ciudades del mundo. ¿Cómo defines a Lima?

A mi Lima siempre me ha parecido una vieja de piel oscura, callejonera y gritona. No me la imagino delgada, estilizada. Me la imagino como una mujer ya entrada en años, segura, de esas que te arrollan y que con un par de palabras ya te dejaron sin piso.


Escrito por

Carlos M. Sotomayor

Escritor y periodista. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. Enseña en ISIL.


Publicado en