Entrevista a Pablo Brescia
El escritor argentino Pablo Brescia, quien reside en EEUU, se encuentra en Lima participando en la 17 Feria Internacional del Libro (FIL Lima). Y, además, acaba de presentar aquí un muy interesante libro de cuentos titulado Fuera de lugar (Borrador editores, 2012).
Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR
–¿Cómo surge el libro Fuera de lugar?
Surge de un comentario que me hacen a mi primer libro, que salió hace varios años y que se llama La apariencia de las cosas. Y uno de los lectores del libro me dijo: me parece muy curioso que el contexto de donde vives, que es EEUU, está borrado. Me hicieron otros comentarios, pero ese me quedó resonando en la cabeza. Y ya con planes para continuar, empecé a pensar ideas para cuentos. En el 2000 me convocaron para una antología que estaba preparando Alfaguara y que se llama Se habla español, sobre escritores latinoamericanos en EEUU. Escribí un cuento para eso y me di cuenta que había algo que tenía que trabajar en mi relación con mi lugar de residencia. Ese comentario fue el origen de ese libro.
–¿Qué vino después?
Luego me di cuenta que las cosas que estaba escribiendo tenían mucho que ver con personajes e historias que estuvieran descolocadas, que no hubiera pasos seguros ni en las historias ni en los personajes. Creo que eso tiene que ver con mi experiencia de vida, vivir en un lugar ajeno a mi cultura, manejar el español dentro de una lengua mayor que es el inglés. Entonces, el libro se fue armando, con lugares donde suceden las historias que son varias regiones de los EEUU. Y otros cuentos, porque no me gusta confinarme, que podían suceder fuera de los EEUU, pero que tenían como un lugar común la descolocación, la inseguridad de sentirse un poco a la intemperie ante el mundo.
–El libro tiene elementos de lo fantástico…
Es interesante. Doy clases y mi género favorito es el cuento. Entonces estoy muy afectado, digamos, por la literatura fantástica en general y por sus grandes cultivadores, no solamente latinoamericanos. Pero creo que mi primer libro estaba más pegado a una idea de lo fantástico tradicional. Aquí, en este libro, está todo más entremezclado. Hay episodios difíciles de creer. Hay fantasmas que aparecen. Pero me parece que están muy descolocados. No son dos órdenes en fricción. Están muy relacionados el uno con el otro.
–¿Qué tan importante para ti es Cortázar?
Es un gran escritor, sin duda. Me gustan más sus cuentos que sus novelas. Me gusta esa imaginación donde todo puede suceder, y uno se lo cree. Lo que más me gusta de él no es manejo de lo fantástico, que me parece genial, sino el uso de la voz. Creo que su manejo de las diferentes voces narrativas que pueden representar tanto un cronopio, como un pez, como unos hermanos encerrados, naturaliza lo que cuenta de una manera que seduce al lector.
–Los personajes de Fuera de un lugar son melancólicos…
Sí, creo que eso tiene que ver con la metáfora del libro, con la descolocación. Son personajes que están buscando su lugar en el mundo. Y creo que no se dan cuenta ni siquiera cuando lo han encontrado; creo que esa es la triste paradoja. Creo que hay un tono de tristeza en el libro. Hay un cuento que se llama “Tristezas de aeropuerto”. Y muchos de los lugares que se transitan en el libro son lugares de paso, hay muchos trenes, aviones. Y creo que me atrae estos personajes, a lo Camus, que conocen su destino fatal y sin embargo siguen empujando la piedra. Eso tiene algo de triste, pero también de valiente. Ningún personaje del libro me parece que cae derrotado estrepitosamente. Si hay derrotas, fracasos, es como si fuera parte continua de nuestra existencia.
–Naciste en Argentina, resides en EEUU, publicaste tu primer libro de cuentos en México y ahora, este libro, aquí en Perú.
Sí. Y debuté en Argentina con un libro que no son narraciones, más bien de textos híbridos. Lo tomo como un “fuera de lugar” (risas). Trato de tomarlo como una riqueza. Parte del efecto de estar en EEUU es que, más allá de donde nací, más allá de donde resido y más allá de ciertos amores que tengo por ciertos países, me ha instruido a alejarme de nacionalismos asfixiantes. En ese sentido soy borgeano totalmente, en términos del pensamiento de que nuestra tradición es el universo. Entonces, me parece “bacán”, como dicen acá, no limitarme a un lugar de publicación, ni a un género, ni a una temática. Sino más bien, dejar que se abran las puertas de la imaginación.