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Escritora peruana Jennifer Thorndike. (Foto: CMS).

Entrevista a Jennifer Thorndike

Publicado: 2012-08-02

Marcó su debut literario el 2007 con la publicación del conjunto de relatos Cromosoma Z, un libro interesante que mereció algunos auspiciosos comentarios. Cinco años después, Jennifer Thorndike consolida su interesante apuesta personal con (Ella) (Borrador editores, 2012), una novela que relata la conflictuada y perturbadora relación de una madre con su hija.

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

–¿Cómo surge (Ella)?

La novela empezó con un cuento que apareció en Disidentes 1, que se llama “Día de salida”. Era un cuento muy corto sobre una hija que también es encerrada y dominada por su madre. Y a mí la idea me parecía mucho más explotable. Se me venían imágenes sobre este tema. A mí me interesa mucho las relaciones de poder entre mujeres. En este caso, el vínculo madre-hija como que era muy fuerte para hablar sobre este tema. Como una madre tiene una relación de dominio con la hija. Entonces, surgió así. Me senté y empecé a escribir. Y empezaron a salir varias imágenes. Y al final resultó siendo la novela. Y fue bueno hacerlo porque era un cuento que merecía un poco más de atención.

–Es poco frecuente una novela que aborda la relación madre-hija. Me parece más común la de padre-hijo.

Es algo muy interesante porque, como tú dices, hay más referencias a padre-hijo. Está el libro Patrimonio de Philip Roth. Está el de Paul Auster: La invención de la soledad. Pero también hay algunos libros sobre la relación madre-hija. Como La casa de Bernarda Alba de García Lorca. Diamela Eltit en uno de sus últimos libros también habla sobre esta relación. Y hay dos escritoras peruanas que también lo tratan: Alina Gadea, que lo trató en su primer libro. Y Katya Adaui tiene algunos cuentos donde se habla de la relación de una madre con su hija.

–En tú novela la relación de la hija con su madre resulta bastante perturbadora, compleja.

Sí, es una relación compleja, en donde no existe ni amor ni cariño. Todo es odio, asco, manipulación, dominio. La personalidad que la madre ha formado en la hija, también en el hijo, pero sobre todo en la hija, que es la que al final se queda con ella. Es un espacio cerrado, reducido, en donde sólo existan esas dos mujeres. Y eso hace que el libro sea más intenso: llevar la relación a un punto en el cual no hay retorno. Cuando muere la madre no sabe qué hacer, porque a pesar de que la odiaba, era lo único que ella conocía.

–¿Cómo definiste la estructura?

Sí, quería que la novela abarcara dos días: cuando la madre muere, el velatorio y el entierro. Pero, claro, si hubiera hecho la novela así no tendría la fuerza que tiene. Tenía que contar por qué había esta relación, por qué contaba los días para que su mamá se muera, por qué no podía tener un acercamiento con ella. Y también tratar de explicar por qué la hija tiene ese comportamiento respecto a su madre. Creo que la hija trata de explicar a lo largo de la novela por qué se siente así. Su madre le ha inculcado a tener miedo desde que nació.

–Y es el miedo lo que de alguna manera le impide irse, huir como su hermano…

Claro, es el miedo y el sentimiento de culpa. Hay un momento en que el hermano logra escapar, pero también vive con la culpa toda su vida, por eso las mantiene, para redimir su culpa.

–El hermano sí encontró la justificación para irse.

Sí, la mamá le puso la excusa perfecta para irse. El hermano encuentra un amigo, se enamora de él, tienen una relación homosexual. Y, claro, la madre al enterarse lo golpea y el hermano decide irse. Y él se lo dice a la hermana: es lo mejor que me ha podido pasar. Pero igual no está del todo liberado. Pues si bien no regresa a la casa, está como una presencia en la vida de ellas: les manda plata para vivir.

–¿Cómo asumes esta novela en relación a tu primer libro?

Creo que hay un proceso de maduración. Temía que se vieran como dos libros totalmente distintos entre sí. Pero sí hay un vínculo más profundo. Hay un proyecto que a mí me interesa mucho: la relación de poder entre mujeres. Las mismas limitaciones que les imponen los hombres a las mujeres, esas mismas se replican entre mujeres. A mí me interesa mucho ese tema y posiblemente siga escribiendo sobre eso. Los dos libros se complementan. Aunque, claro, esta novela es mucho más madura.


Escrito por

Carlos M. Sotomayor

Escritor y periodista. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. Enseña en ISIL.


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