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Escritor peruano Dany Salvatierra. (Foto: CMS).

Entrevista a Dany Salvatierra

Publicado: 2012-10-07

Ya con Terapia de grupo, su primer libro de cuentos, Dany Salvatierra logró concitar la atención de la crítica y de los lectores. Sin embargo, mientras las miradas se centraban en aquella controvertida colección de relatos, Salvatierra iba dándolo los últimos toques a una novela que empezó a escribir mucho antes: El síndrome de Berlín (Estruendomudo, 2012). Se trata de una novela fuera de lo convencional dentro de nuestras letras, una novela muy visual, cinematográfica, diríamos, que mezcla con acierto el melodrama, la ciencia ficción y un humor irreverente. “Un Cien años de soledad filmada por Almodovar”, apunta la escritora argentina Pola Oloixarac. En una de las oficinas del centro de operaciones de la editorial Estruendomudo, Dany Salvatierra reflexiona en torno a esta novela.    

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

–¿Cómo surge El síndrome de Berlín?

Yo estudié cine en la Universidad de Lima y para el proyecto final tuve que escribir un guión. Y por ese entonces estaba obsesionado por las películas de Russ Meyer, un director norteamericano que hacía producciones baratísimas. Siempre su sello de calidad era hacer películas con mujeres de senos grandes corriendo por el desierto en autos antiguos, muy kitsch. Y eran películas buenísimas, tenía una técnica depuradísima. El montaje era bien videoclipero. Era súper adelantado a su época. Escribí esta historia como guión. Escribí el argumento. Escribí los diez primeros minutos. Era el guión de un largometraje. Después de terminar la universidad me olvidé del asunto. Y retomándolo me di cuenta que era una historia interesante. Obviamente lo único que tenía era la mitad del libro, la parte cuando se encuentran con Berlín en el desierto. Entonces, a partir de allí me inventé toda la historia previa, cómo llegan al desierto y toda esa cuestión de las chicas que aparecen embarazadas. Y preferí desarrollarlo como novela porque encontré yo mismo la vocación literaria.

–¿Esta novela la escribes después de Terapia de grupo?

La escribí antes. Lo que pasa es que este libro salió el doble de lo que es ahora. Fue una gran escuela para mí, pues no había escrito nada antes. Y quizás como uno al escribir su primera obra trata de abordar demasiado y condensar todas tus influencias me Salió algo muy extenso. Y me pasé un par de años cortando hasta donde fuera posible. Y en esos dos años tuve la inquietud de publicar algo como un ensayo a ver qué tal iba. Entonces, el libro de cuentos lo escribí mientras editaba esta novela.

–Hay muchas referencias en la novela, sin embargo, la más marcada es la del cine.

Sí, pues por mi formación siempre pienso en imágenes, en ángulos. Siempre tengo una imagen en la cabeza a partir de la cual escribir. Es un concepto cinematográfico porque tomo muy en cuenta los encuadres, los ángulos, en qué plano está. Esa es la mayor influencia. Por eso es una novela muy cinematográfica en ese aspecto.

–Es una novela bastante singular.

Sí. En realidad, el bicho de la literatura me surgió por el mismo hecho de escribir algo que me gustaría leer. Pues por desgracia en cuestiones de libros de los últimos veinte años, la mayoría apuesta por escribir lo mismo. Quería encontrar algo nuevo. La literatura en otros países está muy diversificada. Pero acá todo el mundo hablaba sobre pandillismo, violencia urbana, corrupción, el eterno tema del terrorismo que hasta ahora siguen explotando y la gente sigue escribiendo sobre eso y ganando premios. Saldrán cincuenta mil novelas más por año sobre el terrorismo. No estoy renegando de la herencia que tenemos, pero a la gente le interesa leer cosas nuevas.

–¿Cómo planteaste la estructura?

No soy de ver televisión. Y un amigo mío que estaba viendo esta serie Lost me dijo: no la veas porque te vas a quedar enganchado. La empecé a ver y, por ejemplo, en un capítulo se dedican a contar la historia previa de cada personaje, lo que pasaba antes del accidente. Entonces, esa manera de narrar desordenada, como un rompecabezas que el mismo espectador tiene que ordenar, me influyó bastante. Por eso decidí empezar la novela por el final. Era como coger piezas de un rompecabezas y ordenarlas al final. Y decidí empezar por el final porque me parecía muy poderosa la escena del avión y ella yendo por los aires. Creo que para capturar la atención del lector debes tener un buen comienzo.


Escrito por

Carlos M. Sotomayor

Escritor y periodista. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. Enseña en ISIL.


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