| RESEÑA: Aire de Dylan (Seix Barral, 2012) de Enrique Vila Matas

AIRE DE VILA MATAS

Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR

El tipo tiene un asombroso parecido con Bob Dylan. No, no se trata de Andrés Calamaro, quien durante una época también tenía un aire a Dylan. El tipo en cuestión es Vilnius Lancastre, el protagonista de la más reciente novela del escritor español Enrique Vila-Matas: Aire de Dylan (Seix Barral, 2012).

Se trata de un hombre que coincide con el narrador –un escritor que ha renunciado a seguir escribiendo y está próximo a mudarse de casa– en un congreso sobre el fracaso y que prepara un “archivo general del fracaso”. Rápidamente nos enteramos que el padre de Vilnius, un afamado escritor de Hollywood ha muerto. Pero el asunto no queda allí: ambos, Vilnius y su padre, mantenían una complicadísima relación, con pleito incluido.

El hijo intentaba ser auténtico y no una derivación paterna. Sin embargo, Vilnius cuenta que su padre –el espíritu de su padre, en realidad– se ha infiltrado en su mente, sin que él lo pueda evitar, transmitiéndole sus pensamientos y su memoria (luego nos enteraremos de una revelación bastante hamletiana). Cuasi dirigido por su padre, Vilnius iniciará una pesquisa por descubrir el autor original de una cita que él ha tomado de una película y que en un principio atribuye a Scott Fitzgerald, uno de los varios guionistas de aquel filme. Eso llevará, por supuesto, a otros hallazgos inesperados.

Aire de Dylan es una novela que atrapa y que se añade a aquella obra grande que Vila-Matas ha ido erigiendo libro tras libro. Una obra singular que le ha valido el reconocimiento de los lectores, de sus colegas escritores y de la crítica. Y no es poca cosa.

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Aire de Dylan se encuentra en las librerías Crisol, Sur, El Virrey, La Familia e Ibero.