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Francisco Lombardi en el escenario del Teatro Británico (Foto:CMS).

Entrevista a Francisco Lombardi

Publicado: 2011-03-31

Francisco Lombardi responde una y otra vez la andanada de preguntas con las que los colegas suelen bombardearlo. Y casi siempre son las mismas preguntas (muchas de ellas orientadas al dato farandulero). Acostumbrado a esta ineludible rutina, Lombardi pone a prueba su paciencia en una necesaria conferencia de prensa previa al estreno de su nuevo proyecto teatral. Culminada toda la parafernalia de flashes y preguntas de los colegas, y ya con el escenario prácticamente vacío, charlamos sobre Antón Chéjov, su dramaturgo predilecto, y sobre su puesta en escena de Las tres hermanas –que se estrena este sábado en el Teatro Británico (Bellavista, Miraflores)–.   

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR

Mencionaste que Antón Chéjov es uno de tus autores predilectos…

Mira, la obra que más me gusta de Chejov es El tío Vania. Pero esa obra se ha hecho hace poco en Lima. Y yo he estado, durante todo este tiempo que he entrado al teatro, preparándome para poner en escena a Chéjov, que es uno de mis autores favoritos. Y me parecía que si bien no podía hacer El tío Vania, sí podía hacer Las tres hermanas que es la segunda obra que más me gusta. En realidad él es un gran autor y podría haber escogido cualquiera de sus obras.

¿Qué te hizo escoger Las tres hermanas?

He tomado Las tres hermanas porque es una obra que tal vez puede sintonizar un poco mejor con cierto público. Piensa que es la historia de tres hermanas que están en búsqueda de la felicidad en el amor. Y ese es un tema bastante universal. Dentro de la historia de la obra se suscitan una serie de otros temas, de otras preocupaciones. Y es que Chéjov es un gran autor y tiene un universo muy rico, porque lo que hace es retratar la condición humana en todos sus niveles. Por eso vas a encontrar todo tipo de personajes. El punto de partida son esas tres hermanas y esa búsqueda de la felicidad. Yo creo que es uno de los grandes temas de la literatura, el teatro y el cine. Y me pareció que era un buen punto para comenzar mi relación con Chéjov.

Repasando las obras que has dirigido se advierte que son piezas de pocos personajes. Ahora con Chéjov te enfrentas a una situación totalmente distinta: son muchos personajes.

Sí, para mí eso ha sido bien complicado, porque me gusta concentrarme mucho en encontrar la esencia de los personajes. Y mientras más personajes hay, eso se hace un poco más naturaleza más profunda del personaje. Y siempre el hecho de tener muchos personajes en escena te distrae, te obliga a un ejercicio de trabajo bien complicado: tienes que estar pensando que está haciendo cada uno de los personajes durante el tiempo presentes. Entonces, organizar todo ese movimiento, que no tiene que ver tanto con la cosa puramente dramática que es lo que me gusta, sino que tiene que ver con cosas de puesta en escena, sí ha sido bien trabajoso.

Por otro lado, una de las características de las obras de Chejov es aparentar que no está pasando nada cuando en realidad…

… sí es están pasando cosas. Después también empiezan a pasar cosas a nivel exterior. En el segundo acto ya es un drama fuerte. Pero Chéjov siempre demora en empezar, porque te presenta a los personajes en toda su dimensión. Y eso toma su tiempito.

Comentabas que has visto muchos montajes de Las tres hermanas

Sí, la he visto en muchos sitios en el mundo. Se puede poner de maneras diferentes, incluso Chejov da para todo. Por ejemplo, si buscas en Internet puedes ver escenas tan radicales y tan raras sobre Las tres hermanas como que en uno de los actos de una puesta en escena, creo que en Francia, una actriz que hace el papel de Irina (que acá hace Natalia Cárdenas) se sube a una especie de tío vivo y grita “Moscú, Moscú”, durante 15 minutos. Es la ansiedad por llegar al objetivo: ellas quieren ir a Moscú: porque quieren cambiar de vida. Y Moscú es el gran espacio al que van a llegar y donde todo va a ser diferente. Y la búsqueda de ello es la búsqueda de la felicidad.

Y la nostalgia, también, por retornar a su ciudad… 

Regresar al paraíso perdido, el de la niñez, que es lo que siempre recordamos quienes hemos vivido una vida feliz de niños. Y siempre la recordamos como la vida soñada, la que se fue y no quiere regresar. Esa es un poco la búsqueda de los personajes.

¿Cómo planteaste tu puesta en escena?

Hay muchas maneras de acercarse a la obra. Mi manera es tratar de llegar a la mayor sencillez. Es decir, que los personajes sean auténticos, que tú por momentos, mientras vas mirando la obra, digas: es una representación de la vida. Para Chéjov el objetivo de su teatro era encontrar los momentos en donde uno encuentra la verdad de la vida, mientras toman, mientras beben, mientras están reunidos, mientras conversan. Todo eso es la vida cotidiana, y en la vida cotidiana se encuentran los grandes momentos. Porque en un momento determinado va a suceder algo que va a producir una ruptura, que va a producir un conflicto. Mi ilusión es hacer eso de la manera más sencilla y auténtica, que los personajes te conmuevan, se metan en tu corazón, y que al final de la obra te sientas muy implicado con ellos. Ese es el objetivo. Yo cada vez que he visto Las tres hermanas he terminado con un nudo en el corazón. Y espero que les pase lo mismo a los espectadores.

DATO

La obra se estena este sábado a las 8:00 pm, en el Teatro Británico (Bellavista, Miraflores). Y va de jueves a lunes.


Escrito por

Carlos M. Sotomayor

Escritor y periodista. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. Enseña en ISIL.


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