Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR 

La novela apareció en el 2006 en una edición de la editorial San Marcos. Y tuvo, más allá de algunas críticas positivas –como la de Javier Agreda– un paso casi inadvertido. Inmerecidamente. Por suerte, gracias al buen ojo de Gabriela Olivo de Alba, directora de la filial peruana del Fondo de Cultura Económica, la novela tiene una nueva edición y la posibilidad latente de llegar a más lectores.

     Confieso que no pude leerla en su primera edición. Por ello, ha sido para mí, un grato descubrimiento. No de la autora, claro, sino de aquella ópera prima aparecida originalmente una década atrás. La voluntad del molle muestra a una autora con una sensibilidad particular y un oficio narrativo natural.

     La novela, ambientada en Cusco, nos presenta a dos hermanas, Elena y Elisa –la primera es la que asume la voz narrativa–, quienes descubren a la muerte de su madre un baúl rojo que contiene secretos insospechables. Y allí, precisamente, se despliega la trama, en la búsqueda, en la pesquisa que emprenden estas dos hermanas del pasado desconocido de su madre. Y mientras van leyendo las cartas halladas, escritas por un antiguo amor de su madre, un tal Alejandro, van reconstruyendo una historia de amor, sí, pero también de racismo y clasismo, de intolerancia y de violencia. Y en esa pesquisa, gracias a un acertado tratamiento del suspenso, el lector queda pegado a la trama como un privilegiado testigo de los nuevos hallazgos de las hermanas –que incluyen conversaciones con personajes que han sido testigos de aquella historia oculta.

     Si bien es cierto, la novela toca el tema de la violencia política, como lo advertirán los lectores, no es el centro de la historia. Se trata, principalmente, según mi lectura, una novela sobre el racismo y el clasismo, y cómo éste puede llegar a niveles de crueldad. La madre de Elena y Elisa, había mantenido una historia de amor con Alejandro, una historia que había sido cortada abruptamente por la madre de ella, una mujer racista y clasista que no toleraba que su hija se case con un joven de ascendencia andina. Al punto de desaparecer al hijo de ambos (Javier). Racismo y clasismo, peligrosa combinación que solo puede generar crueldad.

     Algunos han señalado que el personaje del senderista está construido de estereotipos. Sin embargo, no lo veo como un dislate en la novela, pues no la considero el punto central, como dije líneas arriba. La novela no busca ilustrar sobre las causas por las que muchos hayan acudido a las filas de Sendero Luminoso. Nos habla de ese personaje en particular, una pieza en el engranaje de toda la historia.

     La voluntad del molle es una novela sobre cómo determinadas acciones pueden tener consecuencias trágicas, cómo pueden marcar el destino de las personas. Una novela que recomiendo leer.