Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR 

Francisco Angeles es un escritor en constante evolución. En el 2008 leí con atención su primera novela La línea en medio del cielo. Una novela interesante a través de la cual se atisbaba a un autor para seguir con detenimiento. Su siguiente novela Austin, Texas 1979 significó no sólo la confirmación de lo logrado en aquella primera entrega sino, sobre todo, un enorme paso hacia adelante. Una estupenda novela, sin duda.

     Ahora nos vuelve a sorprender con Plagio (Literatura Random House, 2016). Una novela que surgió ante la propuesta de reeditar su primer libro. Lo que significó, luego de releerla, una reescritura total. El resultado: otra novela. Su tercera novela. Y si la segunda fue de lejos mejor que la primera, podemos decir que ésta tranquilamente podría situarse muy cerca de la segunda, pisándole los talones.

     Plagio nos presenta a dos personajes principales: Murillo e Ignat. Dos seres opuestos que se atraen bajo ciertas circunstancias. Un estudiante de perfil bajo, de apariencia débil, y otro estudiante, con tendencia sicópata, apasionado por la obra de Bataille. Uno de ellos cuenta la historia en la primera parte. Pero la novela presenta un juego de identidades que por momento me hace recordar al cuento de Borges: “La forma de la espada”.

     Hay un crimen. Y hay, a lo largo de la novela, un aliento tanático que envuelve a los protagonistas. Y hay un contexto histórico, político que también sobrevuela la trama y que tendrá relación directa con uno de los personajes. Pero no diré más para no resultar un spoiler. Lo que sí añadiré es que no deben dejar de leerla.