La idea nació al otro lado del océano, en Francia, cuando Nataly Villena, escritora y directora de la web Las Criticas, le comentó el proyecto a Germán Coronado, director de la editorial Peisa y presidente de la CPL. De esta manera aparece, unos meses después, Como si no bastase ya ser (Peisa, 2017), una muestra de 15 narradoras peruanas que ostentan ya una obra lo suficientemente sólida y que no tienen la visibilidad que merecen. Nataly, quien reside en París, está de paso por Lima para presentar el libro en la Feria Internacional del Libro. Libro que es el inmejorable pretexto para una interesante charla.  

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR | Foto: CMS

–Mencionaste en la presentación que tu intención con este muestrario de narradoras era visibilizarlas…

–Estas narradoras existen. Son narradoras confirmadas. No son primeros intentos, sino narradoras que ya tienen una obra. Pero en estos últimos años nos hemos dado cuenta que a pesar de que algunas autoras vienen escribiendo desde el año 2000, o incluso antes, no tienen la misma acogida ni ocupan el mismo espacio que sus pares varones. Era la necesidad y el deseo de mostrar que hay un conjunto de escritoras, numerosas y que están presentes en el mundo de la literatura, pero que no se les ve. Algunas acceden a la visibilización, episódica, pero no de manera grupal.

–En los años 80 había más poetas que narradoras. Esa situación ha cambiado en la actualidad, han aparecido más narradoras…

–Al menos se ha equilibrado. Efectivamente ahora las narradoras somos más numerosas y es necesario que se las lea más. A veces el contexto de la feria da una cierta ilusión de que esto sucede. Por qué se quejan tanto, puede decir uno, ¿no? El hecho de que hace algunos meses una gran librería organice una serie de mesas para encuentros y conversatorios y que sólo haya una sola mujer, no es normal. Ni siquiera piensan que existimos.

–¿A qué atribuyes el hecho de que en los 80 había muy pocas narradoras?

–Pienso que había dos factores. No hago poesía, no puedo hablar de la producción poética, pero en la escritura narrativa, en toda escritura, creo yo, hay una necesidad de llegar a un lector, es un camino de ida y vuelta. Uno escribe para un lector. Al no existir espacios donde se pueda publicar, las vocaciones van muriendo. Eso es natural. Hay gente que empieza a escribir, y al no tener llegada, acogida, la vocación muere. Ese es un factor. El otro factor es económico: para poder escribir hay que tener cubiertas ciertas necesidades muy básicas. Poder tener trabajar, poder tener un poco de disponibilidad de tiempo. En los años 80, 90, la situación en el Perú era terrible. Y la situación de la mujer, por aún, porque además de trabajar en la calle, doblemente, debía trabajar en la casa. En qué momento se puede escribir así, con qué tranquilidad.

–En el libro agrupas a quince autoras y señalaste en la presentación que era el número ideal, pues hacer una lista más larga hubiese sido contraproducente para tu propuesta. 

–Por mucho tiempo he sido editora. Y porque conozco este negocio, me doy cuenta de que el lector de hoy no tiene disponibilidad para ocuparse de demasiados textos, en este tipo de publicaciones. Y el tener un número limitado de autoras permite entrar de mejor manera en esas pequeñas puertas del universo de cada una de ellas. Cuando se publican demasiadas autoras, esa atención se va perdiendo. Me parecía un buen equilibrio, y también se lo pareció al editor. Sé que hay ausencias, pero también pensé que las escritoras que debían estar por una singularidad, por un proyecto sólido, están. He tenido que elegir un rango de edad, las nacidas entre 1966 y 1986, para que cubriera el tiempo del que deseaba dar cuenta: estos últimos años veinte años, alrededor del año 2000. Lo que quiero dejar claro es que esta no es una selección cerrada, ni una suerte de top 15. Eso sería algo totalmente pretencioso. Son sólo 15 de las muchas que hay.

–Algo que me parece interesante es que en la portada ni en tu prólogo no aparece la palabra antología que, como dices, podría denotar que se trata de un top 15 de las mejores autoras o los mejores cuentos, cuando en realidad es una muestra representativa de un universo mayor.

–Y una muestra representativa que obedece también a mis gustos. Y lo asumo. Sí, por supuesto, hay autoras que no están y eso también se puede deber a desconocimiento mío, que tendré que tomar en cuenta a futuro.

–Ahora que mencionas el desconocimiento, en las antologías o muestrarios que se realizan, uno de los méritos según mi opinión es la inclusión de autores que no se conoce. Admito que no conocía a Julia Chávez ni a Ofelia Huamanchumo...

–Efectivamente. Julia Chávez escribe desde Puno, y esa es otra realidad. Escribir desde Puno es mucho más complicado que hacerlo desde Lima. Ofelia Huamanchumo escribe desde Munich, y aunque no lo parezca también es más complicado escribir desde allá y hacerse conocer. Tanto Julia como Ofelia trabajan desde hace muchos años. Y Julia trabaja un género que ninguna ha trabajado, el que linda con lo gótico. Ese es su mundo. Julia Chávez ha sido publicada por la Universidad del Altiplano y por numerosas revistas. Ofelia Huamanchumo ha publicado mucho en Berlín. Es una autora que utiliza mucho la ironía y el humor negro.

–En el prólogo dices que los personajes femeninos, hace unas décadas, estaban circunscritos al hogar, al burdel o al convento. Ahora los personajes femeninos escapan a esos sesgos y adquieren protagonismo. Esto es un reflejo de lo que pasa o esto influye en la sociedad…

–Es un camino de ida y vuelta. Creo que las dos cosas suceden. En primer lugar, en la literatura siempre hay una proyección de lo ideal y también una denuncia de lo que se detesta, una observación de lo que sucede. Entonces, al momento de escribir, el Yo, la persona va a proyectar sus temores y sus anhelos. Si antaño los personajes femeninos eran secundarios, la esposa, la amante, la hija, la enfermera, ahora los personajes femeninos cobran protagonismo. Los lectores perciben esas imágenes y las reconocen, de ese modo también cambia su mirada. Ese es uno de los efectos de la literatura en la sociedad: revelar lo que parecía invisible.

foto: cms.


nataly villena en el stand de peisa el día de la presentación. / foto: peisa.