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Coetzee: Los días de Jesús en la escuela

RESEÑA | J.M. COETZEE. Los días de Jesús en la escuela (Literatura Random House, 2017), 255 pp.

Publicado: 2017-09-12

Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR 

Inés, Simón y el pequeño David arriban a Estrella provenientes de Novilla. Nos enteramos rápidamente que no forman una familia tradicional. No comparten parentesco sanguíneo. Inés y Simón lo han acogido y se han hecho responsables del pequeño David –un niño bastante peculiar para sus seis años–. Aquello se sabe tras las primeras páginas de Los días de Jesús en la escuela (Literatura Random House, 2017), la más reciente novela del gran escritor J.M. Coetzee.

Esta nueva entrega del autor sudafricano viene a ser una continuación de la anterior, La infancia de Jesús (Literatura Random House, 2017). Aunque, cabe precisar, no resulta imprescindible haberla leído antes para entender la que será, repito, su segunda parte. Si bien quienes la leímos sabíamos del misterioso origen de todas las personas que habitan aquellos lugares de habla hispana, los nuevos lectores sabrán, rápidamente, que han llegado en barco y que no recuerdan nada de su pasado, ni siquiera sus nombres. Al llegar se les asigna un nombre hispano y un número de registro. ¿Acaso una referencia al fenómeno de los desplazados?

Gran parte de la trama en Los días de Jesús en la escuela gira en torno a la educación de David. El pequeño, de temperamento contestatario y de una curiosidad inteligente, no se adapta a la escuela pública tradicional por lo cual terminan inscribiéndolo en una academia de danza poco ortodoxa, donde se enseña a través de una filosofía numérica. Aquí aparecerán personajes singulares y muy bien cincelados como Ana Magdalena, profesora de Danza; Juan Sebastián Arroyo, su esposo y director de la Academia); y Dmitri, el díscolo e inefable portero del museo contiguo que está perturbadoramente enamorado de la maestra de danza.

Y aquí podemos notar una de las virtudes, a mi juicio, de la novela: la manera magistral con la que Coetzee sostiene la historia a través de diálogos reflexivos no sólo sobre la educación, sino también sobre la memoria, la identidad, las pasiones e, incluso, aunque de manera menos explícita, de los vínculos filiales. Inés y Simón buscan afianzar los vínculos de padres con el pequeño David. A pesar que entre ellos dos no haya otro vínculo más que el cuidado del niño.

Sobre esto, me ha llamado más la atención la relación entre Simón –que es el personaje, además, en quien el autor sostiene la narración, a pesar de ser en tercera persona– y David. Simón se cuestiona en varios momentos si hace lo correcto respecto a la educación y la crianza de David. Y se muestra paciente al responder todas las interrogantes que el inquieto y muchas veces desconcertante niño le traslada. Hay momentos incluso en los que Simón duda de los sentimientos de David hacia él, ya que en algunos episodios parece relegarlo en relación a Inés –a quién sí le muestra sus pasos de baile aprendidos–. Una emotiva conversación con el señor Arroyo lo hará pensar distinto.

La historia nos presenta un asesinato. No revelaré detalles, pero sí que se trata de un acontecimiento que rompe la aparente calma y lo trastoca todo. Por otro lado, hay una parte muy interesante en la historia cuando Simón se inscribe en un curso de redacción de cartas y solicitudes. Y en cada ejercicio, vuelca su propia historia, su propio drama, motivando una reacción en la maestra.

Los días de Jesús en la escuela es una novela estupenda. Y no es para menos tratándose de un autor del probado talento del escritor J. M. Coetzee, Premio Nobel de Literatura en el 2003. La recomiendo totalmente. Y si no han leído la anterior, aprovechen que ya se encuentra en DeBolsillo.

LAS DOS NOVELAS MÁS RECIENTES DE COETZEE. | FOTO: CMS.


Escrito por

Carlos M. Sotomayor

Escritor y periodista. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. Enseña en ISIL.


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