Valentín Trujillo es uno de los autores uruguayos con mayor proyección internacional de los últimos tiempos. Su elección, junto a su amigo y colega Damián González, es una irrefutable prueba del reconocimiento que su narrativa despierta. Trujillo vino al Perú a participar primero en la Feria Internacional del Libro de Ayacucho y luego en la Feria del Libro Ricardo Palma en Miraflores. Un gran pretexto para charlar con él. 

Entrevista CARLOS M. SOTOMAYOR | Foto: CMS

–En tu caso el periodismo y la literatura están muy unidas, ¿verdad?

–Están bastante unidas porque de hecho parte de los libros que he escrito o de las historias de los cuentos breves, en algunos casos tienen que ver con investigaciones o temas a los que me referí en mi faceta periodística. De hecho en este momento estoy escribiendo una novela basada en una crónica que tuve que escribir para el diario en el que trabajo, El Observador, sobre el comercio de flores que hasta hace un tiempo estaba en manos de una pequeña pero pujante colectividad uruguayo-japonesa. Y a partir de allí entrevisté a uno de ellos que me contó las dificultades que tenían porque ahora están entrando flores de Ecuador, sobre todo rosas, que son más baratas y mejores. Y a partir de la historia de ese personaje es que ha dado como resultado una novela que debe estar publicándose el año que viene.

–En tu novela más reciente, próximo a publicarse, ¡Cómanse la ropa!, hay un trabajo de investigación previa.

–Este libro se presenta en diciembre en Uruguay. Y estoy viendo que tenga una edición comercial en Perú quizás para el año que viene. Se trata de una novela histórica que surge también de una investigación. Y si bien en Uruguay no es tan común que alguien haga una investigación larga, de varios años, para escribir una novela. Y en este caso es una investigación basada en libros de historia pero que también es periodístico.

–También exploraste el campo de la biografía con el libro que escribiste sobre el intelectual uruguayo Real de Azúa.

–Es un ensayo con el que gané un premio importante: el Bartolomé Hidalgo. Es una biografía que implicó un arduo trabajo periodístico. En total fueron dos años y medio, de los cuales un año y medio fue trabajo de campo. Tuve que recurrir a gente que lo había conocido o a gente que escribió sobre él. El único contacto que tuve con él fueron sus obras y parte de un diario al que accedí gracias a la familia.

–Eres un amante del fútbol y pudiste conciliar eso con el trabajo periodístico en tu libro Nacional 88.

Ese libro Nacional 88 lo escribí a cuatro manos con mi esposa, Elena Risso, también es un trabajo periodístico. Es un libro que utiliza algo que se llama narración oral, no tiene un narrador estándar sino que está compuesto por los sucesivos testimonios de los protagonistas de esa campaña: jugadores, dirigentes, hinchas…

–Como un relato coral…

–Exactamente. Le robamos la idea a un libro de los Beatles que es eso, no hay un narrador, son ellos contando. Y en mi libro van contando, partido a partido como avanzaron, los problemas que tenían y demás, hasta que finalmente salen campeones en Tokio.

–¿Cómo tomaste la noticia de tu elección como parte del Bogotá 39?

Fue una sorpresa no total, porque uno desde el momento en que participa se tiene una esperanza por más lejana que parezca. Me sorprendió igual y me encantó que un jurado tan prestigioso nos eligiera a Damián (González) y a mí que somos amigos desde la infancia, desde el Liceo, desde los 14 años. Somos los dos de Maldonado. Somos los únicos dos uruguayos además. Eso es un elemento de felicidad extra, que podamos viajar, que haya producido que podamos venir a Perú. Y creo que es un gran trampolín, una gran plataforma.