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Fin de feria

Una mirada personal a lo que fue la edición 23 de la Feria Internacional del Libro (FIL Lima 2018)

Publicado: 2018-08-06

Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR 

La valla era muy alta. La respuesta unánime tras la finalización de la edición anterior no dejaba dudas: la mejor feria de la historia. La hipérbole parece válida si recordamos ediciones del pasado, como aquella que presentaba como uno de los autores principales a un pseudo escritor argentino cuyo nombre se desvanece en la memoria como sus libros de las manos de los lectores. Y cuyo mayor mérito literario parecía ser su romance con un personaje mediático de la TV. El virus nefasto de la farándula había inoculado en nuestra querida FIL.

La FIL 2017 supuso casi un salto con garrocha. No sólo por al aumento estadístico en el número de visitantes y de ventas –importantísimo, por supuesto– sino por la calidad de los autores invitados, un programa de actividades más sustancioso y una mejora ostensible en la infraestructura: más orden, corredores más amplios y auditorios mejor acondicionados.

La valla se vislumbraba alta. ¿Cómo mejorar una edición de la FIL tan elogiada como la anterior? La administración encabezada por José Carlos Alvariño lo logró. Para empezar: el número de visitantes llegó a los 565 mil, un 3% más que el año pasado. La venta de libros superó los 19 millones de soles; aumentó en 8%. Las cifras resultan inapelables. Mas no sólo se trata de números.

jonathan franzen. foto: pedro escribano.

AUTORES DE NIVEL

Si el año pasado la figura más rutilante fue el norteamericano Richard Ford, ahora tuvimos la visita del también estadounidense Jonathan Franzen, autor de la celebrada novela Libertad. También podemos sumar al afamado periodista Jon Lee Anderson. De Argentina destaco la llegada de María Moreno –quien no pudo llegar el año pasado y autora de un libro imprescindible: Black out–. De tierras colombianas llegó, entre otros autores, la conocida y muy seguida Laura Restrepo. Desde Chile arribaron Alberto Fuguet –que ha despertado desde hace años un gran afecto en sus lectores peruanos– y las estupendas Nona Fernández y Lina Meruane. Desde Italia llegó Paolo Giordano, quien debutó con una novela excelente: La soledad de los números primos, que fue un fenómeno de ventas. Una gran noticia fue tener de vuelta desde México a la entrañable y divina Margo Glantz y a nuestro querido Mario Bellatin.

España fue el país invitado de honor. La legión de autores españoles vino encabezada por Rosa Montero. Destacan Juan Jesús Armas Marcelo, Luis Garcia Montero. Los estupendos editores Juan Casamayor (Páginas de espuma) y Jesús García Sánchez (Visor de poesía). Llegó también, en el ámbito de la novela histórica. un autor de primera línea como Santiago Posteguillo. Vino nuevamente un autor importante como Ray Loriga. Y en esa misma línea estuvieron los estupendos Marcos Giralt Torrente, Sergio del Molino, Luisgé Martín, José Ovejero, Marta Sanz, entre otros. Personalmente extrañé la presencia de David Roas. Y aunque podríamos añadir nombres como Javier Marías, Javier Cercas o Enrique Vila Matas entre los ausentes, los que vinieron forman en sí una comitiva importante, creo yo.

homenaje al escritor mexicano sergio pitol: iván thays, margo glantz y mario bellatin. foto: cms.

INFRAESTRUCTURA Y PROGRAMA

Aquí también hubo mejoras. La principal, creo, es la de los auditorios. Varios de ellos parecían edificaciones en concreto que tenían, incluso, aire acondicionado. La presencia en casi todos los auditorios de paneles electrónicos con la programación de actividades que se llevarían a cabo ese día y en ese lugar. La señalización de los auditorios es otro punto a favor. Confieso que no recuerdo si estaban el año pasado pero ahora me parece que estuvieron mejor colocadas. Me refiero a unas banderolas que te señalaban hacia donde ir para llegar a los auditorios.

En cuanto al programa de actividades, no desentonó. Estuvo igual o más interesante que el año pasado. Destacaron sobre todo Los espaciales FIL, con muy buenos temas y acertada selección de panelistas. No se puede asistir a todos los conversatorios, lamentablemente. Sin embargo, puedo mencionar algunos que disfruté mucho. El homenaje a Sergio Pitol, con Margo Glantz, Mario Bellatín e Iván Thays. La conversación entre Giovanna Pollarolo y Mario Bellatin estuvo muy divertida. La charla entre Mario Montalbetti y Mirko Lauer, moderada por Juan Pablo Mejía: brillante. La conversación entre Fernanda Trías y Claudia Salazar: profunda y súper interesante. La conversa sobre Vargas Llosa entre Katya Adayui, Jeremías Gamboa y Sergio Vilela, conducida por al a veces desmesurado J. J. Armas Marcelo, tuvo lo suyo. La interesante entrevista de Kathy Subirana a María Moreno. El diálogo entre Sergio del Molino y Nona Fernández sobre la memoria en la literatura. La charla entre Luis Jochamowitz, Ray Loriga y Marcos Giralt Torrente sobre la muestra Objetos con historia(s), conducida por Julio Villanueva Chang. Y, bueno, las presentaciones de libros. Por ejemplo, las de los libros de Oswaldo Chanove y Carlos Yushimito, a quienes pudimos ver y escuchar gracias a la tecnología, a pesar de sus ausencias. La presentación entrañable de Lobos solitarios y otros cuentos de Fernando Ampuero, con un emotivo testimonio de Teresina Muñoz Najar. La estupenda presentación de VHS de Alberto Fuguet, con J.C. Yrigoyen y Jeremías Gamboa. Solo para nombrar algunas mesas y no extenderme tanto.

PROBLEMAS Y SOLUCIONES

A los pocos días de empezar la FIL se agotaron las revistas con la programación completa. Se solucionó hacia el final, pero hubo un vacío grande. Habría que ver la manera de no repetirlo el próximo año. Quizás imprimir folletos de una sola hoja con la programación diaria podría resultar. Muchos –y me incluyo, solemos ir a dos o tres charlas por día, y un folleto más maniobrable, con la información solo del día, sería de mucha utilidad.

Hubo en esta FIL un incidente con los tiempos de duración de las charlas. Incluso se habló de discriminación y racismo. El tema fue más sencillo de lo que pareció en un principio. Las charlas deben durar máximo 45 minutos, pare dar 15 minutos a que se desocupe la sala e ingrese la nueva concurrencia y se preparen los nuevos ponentes. Los muchachos de protocolo lo tienen indicado (ordenado, para ser más precisos). La charla anterior a la que conducía Marco Avilés terminó pasada la hora indicada. Los chicos debieron ser más enfáticos para que termine a la hora señalada. Allí estuvo el error. Quizás, aquí especulo, la falta de rigidez se debió a que la actividad siguiente era organizada por el mismo Grupo Editorial (Planeta) que presentaba la mesa en cuestión. Pero la siguiente charla, posterior a la de Avilés, ya le pertenecía a otra institución. Y allí no se podía trasponer el tiempo estipulado. No encuentro mayor evidencia al respecto.

Si bien la muestra Objetos con historia(s) resultó estupenda, dentro del stand de España, causó desazón que no hubieran traído libros para la venta, como si ocurrió en los dos años anteriores con los países invitados de honor de turno.

premio fil 2018: fernando ampuero. el autor junto a jeremias gamboa y julio ortega. foto: cms.

PREMIO FIL 2018: FERNANDO AMPUERO

Este año el elegido ha sido Fernando Ampuero. Y aunque toda elección pueda generar detractores, creo que resulta inobjetable que ostenta una trayectoria importante tanto en el periodismo -siendo subdirector de Caretas, editor de Somos, jefe de la Unidad de Investigación de El Comercio, entre otros. Y autor del estupendo libro de crónicas y entrevistas Gato encerrado– como en la literatura –con libros de cuentos estupendos como Malos modales o Bicho raro, y novelas destacadas como Caramelo verde, Sucedió entre dos párpados, solo para nombrar un par. Y ahora dos libros recientes y muy celebrados como Lobos solitarios y otros cuentos y La bruja de Lima. Mención aparte la ceremonia de homenaje en la que destacó el emotivo texto que preparó Jeremías Gamboa y que resume espléndidamente la vida y obra de Ampuero.

No puedo mencionarlo todo. Seguramente estoy obviando muchas cosas. Hubo lanzamientos de libros de autores peruanos muy interesantes como las novelas Vivir abajo de Gustavo Faverón, Mi madre soñaba en francés de Luis Hernán Catañeda, Madrugada de Gustavo Rodríguez, La luz inesperada de Marco García Falcón, o libros de cuentos como No somos cazafantasmas de Juan Manuel Robles, El sol infante de José Guich, Lobos solitarios y otros cuentos de Fernando Ampueroentre otros. Mención especial al lanzamiento del primer volumen de la trilogía Pájaro pinto: Orígenes, que dejara el desaparecido Gregorio Martínez. El libro de entrevistas Cambio de palabras de César Hildebrandt, que arrasó. Ya los iré comentando y en algunos casos entrevistando a sus autores. Han sido 17 días muy intensos. Días de encuentros con amigos en torno a los libros. Días de celebración. Pasadas las 11 de la noche de ayer, la FIL lucía vacía. Pero en medio del silencio, se podía oír, a lo lejos, como un eco lejano, el bullicio y la efervescencia que se viene el próximo año. Y no será un país invitado de honor. La FIL Lima 2019 girará sobre el Universo Mario Vargas Llosa. Empieza la cuenta regresiva.


Escrito por

Carlos M. Sotomayor

Escritor y periodista. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. Enseña en ISIL.


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