Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR
Si la moral la entendemos, desde una mirada filosófica, como aquello relacionado a la elección entre el bien y el mal, Siete cuentos morales (Literatura Random House, 2019), del premio Nobel de Literatura John Maxwell Coetzee, se plantea como un conjunto de relatos que nos enfrentan a ese viejo dilema filosófico.
El libro inicia con “El perro”, que gira en torno a una muchacha a la cual un perro parece odiar, lanzándole feroces ladridos cada vez que ella pasa por el frente de la casa que parece custodiar el animal. La muchacha decide un día tocar el timbre para hablar con los dueños. Luego sigue “Una historia”, que tiene como protagonista a una mujer que engaña a su marido sin ningún motivo aparente (es feliz con él y no tiene ningún vínculo más allá del físico con el amante). Estos dos relatos –de estupenda factura, sin duda– ya nos plantean una reflexión moral (no quiere entrar en mayores detalles de ambos cuentos para no terminar de spoiler), y sirven, además, de preámbulo para lo que viene luego.
Los cinco cuentos restantes, si bien son independientes, podrían leerse también como una suerte de novela breve que tiene a la escritora Elizabeth Costello (alter ego/heterónimo del autor y personaje que aparece en otros libros) como protagonista. Son relatos que abordan varios temas como la filosofía (Heidegger), la solidaridad, la culpa, la conciencia por los animales. Pero, sobre todo, la vejez, el deterioro y la proximidad de la muerte.
Uno de los más logrados, según mi lectura, podría ser “Una mujer que envejece”, un relato con unos diálogos intensos, por momentos desgarradores y, al mismo tiempo, inteligentes, reflexivos. Elizabeth viaja a Francia a ver a sus dos hijos. Y el relato se construye a partir de sus conversaciones. Otro cuento notable es “La anciana y los gatos”, en donde el germen de la locura sobrevuela el relato.
Los cinco relatos nos muestran a Elizabeth Costello, una mujer brillante, racionalista y con una conciencia asumida del bien, que transita el último trecho de su vida. Sus dos hijos se preocupan por ella y quieren llevársela con ellos. Sin embargo, ella se niega, quiere seguir viviendo sola en un pueblito australiano y morir sola, sin depender de nadie, con dignidad absoluta. ¿En dónde situarnos ante aquella extraña paradoja? Coetzee nos vuelve a sacudir. Y esas son las lecturas que uno agradece. Siete cuentos morales es un libro estupendo. Homogéneo en calidad: ningún relato decae. Un libro que no se debe dejar de leer.
- siete cuentos morales
Portada del libro.