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Pron: Mañana tendremos otros nombres

RESEÑA | Patricio Pron: Mañana tendremos otros nombres (Alfaguara, 2019), 267 pp.

Publicado: 2019-09-16

Escribe CARLOS M. SOTOMAYOR 

Lo primero que leí del argentino Patricio Pron, hace ya varios años, fue la novela El comienzo de la primavera. No recuerdo bien cómo llegué a él y, en particular, cómo llegué a esta novela. Una novela, conviene añadir, premiada y, además, distinguida como una de las cinco mejores novelas publicadas en España en el 2008. Fue una recomendación, eso sí. No recuerdo de quién. Aunque si fuerzo la memoria podría afirmar que pudieron ser Iván Thays o Julio Zavala. Sí recuerdo, por otro lado, la sensación, muy clara, de haber descubierto a un autor muy interesante. Lo que ratifiqué al leer algunos libros más (La vida interior de las plantas de interior, El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia y Lo que está y no se usa nos fulminará –que comenté en este mismo espacio, hace un tiempo atrás).

Por ello, cuando se anunció a Pron como el ganador del Premio Alfaguara de Novela 2019, con Mañana tendremos otros nombres, no solo no me sorprendió, sino que me alegró sinceramente. Quizás porque uno siente cercanos a aquellos autores que uno lee con delectación. Y Pron es justamente un autor, como algunos otros contemporáneos, al que sigo con gran atención. Siempre atento a alguna nueva publicación (o a la reedición de un libro que no tenga en mi biblioteca).

Mañana tendremos otros nombres (Alfaguara, 2019), es una novela estupenda. El autor nos presenta a dos personajes protagónicos: Él y Ella. No tienen nombre. Y esta es una de las marcas personales del autor; lo vemos en sus libros anteriores. Utiliza maneras de designar y de nombrar a los personajes, pero nunca por sus nombres. Estos dos personajes acaban de separarse. Nos enteramos de la ruptura en las primeras páginas. Nos enteramos, en realidad, que Ella ha decidido abandonarlo. ¿La razón? No lo sabe Él. “No sabía por qué se habían separado; de hecho, cuanto más pensaba en ello, más difícil le resultaba decir qué había sucedido” (p. 19), se lee en la novela. Ella tampoco es que sea muy consciente del por qué, aunque asumimos que al tomar la decisión estará más cerca de la respuesta. Una respuesta que los lectores poco a poco, conforme avanza la trama podremos ir conjeturando. Pero eso no es lo principal de la novela, sin duda. Hay más.

Él y Ella se han separado. Ella se ha ido, primero donde una amiga, y Él se ha quedado en el departamento que ocupaban. Cada uno va asimilando la nueva situación en la que se encuentran. Y cómo reconectarse con el digamos “nuevo mercado sentimental” al que han llegado, sorprendidos por las novedades propias de la posmodernidad. Y aquí lo interesante, al menos para mí, radica en que no se trata de una novela que gira en la clásica historia de amor, sino que es una novela que reflexiona sobre el amor. Y, sobre todo, el amor en estos tiempos. Y quizás lo podamos relacionar en parte con el “amor líquido” de Bauman.

Otra de las características recurrentes en la narrativa de Pron es la tendencia a la reflexión, ya sea del narrador o de los personajes. Pron sabe dosificar para hacerlo sin atentar con el ritmo de la narración y de los acontecimientos que se van sucediendo, aunque por momentos éstos últimos parezcan estar en un segundo plano. Y en esta novela no es la excepción. Si bien está narrada en tercera persona, Pron focaliza la narración desde el punto de vista de los dos personajes, de manera intercalada. Así podemos ir conociendo sus reflexiones en torno al amor en estas épocas. Una época en la que los sentimientos parecen convertidos en mercancías según las leyes del que podríamos llamar “el mercado del amor”. No es ajena a estas reflexiones, el feminismo, las nuevas masculinidades, o el papel de la tecnología en las relaciones sentimentales de la actualidad.

No les diré más para no ser un spoiler involuntario, pero hacia el final entenderemos, entre otras cosas, el sentido del título de la novela. Mañana tendremos otros nombres no solo me parece una novela que merecía el premio sino, además, una novela cuya lectura recomiendo plenamente.

Mañana tendremos otros nombre (alfaguara, 2019)

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Escrito por

Carlos M. Sotomayor

Escritor y periodista. Ha escrito en diarios y revistas como Expreso, Correo, Dedo medio, Buen salvaje. Enseña en ISIL.


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