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Año 2009, en Lima. Pedro Mairal –gran lector de Vallejo– me cuenta entusiasmado que ha descubierto la poesía de José Watanabe. La charla se retoma once años después. Lima y Buenos Aires unidas a través del Zoom. Pedro me cuenta, ahora, otro descubrimiento peruano: Antonio Cisneros. La poesía es, sin duda, el centro creativo de Mairal. A partir de allí, del trabajo con el lenguaje, se traslada a los otros registros como la novela o el cuento. Hace poco ha publicado Breves amores eternos (Destino, 2019), libro que recoge un nuevo conjunto de relatos y, además, como un gran bonus track, los cuentos de su hasta hace poco inhallable primer volumen de relatos: Hoy temprano. Sobre esta publicación y sobre las conexiones entre sus libros, emprendimos una interesante conversación. (CMS).