(Foto: CMS) 

“Fui testigo mudo de proezas y traiciones ajenas, que olvidé como se olvida la vida de un planeta muerto. Sólo quedaron de mí cenizas, campos eriazos y las toscas maneras del carroñero cuando vuelve el pico para devorar al compañero caído. No aprendía nada salvo la oruga, la oruga que da vuelta a este satélite-invierno”. Se trata de un fragmento del texto 24 de Al norte de los ríos del futuro (Álbum del Universo Bakterial, 2020) de Jerónimo Pimentel. Quizás el libro más arriesgado y logrado de su proyecto literario. Esta tercera edición, aparecida varios años después de la primera, allá por el 2013, evidencia no solo su vigencia sino su conexión con nuevos lectores de generaciones más jóvenes. A propósito de este libro, que transita por la ciencia ficción, charlé con Jerónimo en estos tiempos que parecen arrancados de una novela de Matheson o de Dick. (CMS).